En los últimos años, no han faltado en el mercado productos y tratamientos para el cuidado de la piel que afirman producir y/o proteger las reservas de colágeno de la piel, y con razón. El colágeno es un elemento fundamental para la salud y el aspecto general de la piel.
Teniendo esto en cuenta, hoy vamos a echar un vistazo más de cerca al colágeno, más concretamente, qué es, cómo funciona y qué puede hacer para mantener unos niveles saludables de colágeno durante toda la vida. Aquí está la primicia:
En primer lugar, ¿qué es el colágeno? En términos técnicos, el colágeno es un tejido conectivo fibroso producido de forma natural por el cuerpo como parte de la estructura de soporte de la piel.
Según los expertos, constituye aproximadamente el 70% de la capa profunda de la dermis y es la proteína más abundante del organismo. Además de dar a la piel fuerza y una textura flexible y firme, el colágeno también es responsable de los procesos de reparación, incluida la cicatrización de heridas en caso de lesión.
En los primeros años de vida, el colágeno es lo que mantiene la piel tersa, elástica y sin arrugas. Sin embargo, a medida que envejecemos, la producción de nuevo colágeno empieza a disminuir y las reservas de colágeno existentes pueden empezar a dañarse o agotarse, lo que provoca cambios en la textura y el aspecto de la piel. Se calcula que este declive comienza en torno a los 20 años y puede intensificarse en la menopausia.
Mantenerse al día con el colágeno: Tres formas de contribuir a un envejecimiento saludable
Aunque la pérdida de colágeno es una parte perfectamente natural del proceso de envejecimiento, la buena noticia es que existen medidas que puede tomar para prevenir la pérdida excesiva de colágeno y preservar las reservas de colágeno de tu piel. He aquí algunos consejos útiles que puedes empezar a incorporar hoy mismo:
Consejo 1: Los ingredientes activos son esenciales - Para promover una síntesis de colágeno saludable, algunos de los mejores ingredientes que debes buscar son la vitamina C, que estimula la inmunidad de la piel y la función celular, y la vitamina A, también conocida como retinol, que promueve la renovación juvenil de la piel. Además, puede ser útil elegir fórmulas con ácido hialurónico, que se ha estudiado que favorece la producción de colágeno.
Consejo 2: Protegerse del sol - Un factor externo que provoca la degradación de las fibras de colágeno son los rayos UV del sol y los radicales libres del ambiente. Por esta razón, aplicar FPS cada mañana y volver a aplicar a lo largo del día, es su mejor línea de defensa contra el envejecimiento prematuro. También puede buscar productos que contengan ingredientes antioxidantes, como vitamina E, niacinamida, té verde y otros, ya que pueden ayudar a contrarrestar la exposición a los radicales libres.
Consejo 3: enfoque holístico del cuidado de la piel - Por último, los expertos sugieren que, dado que la inflamación del organismo contribuye a la pérdida de colágeno, un estilo de vida saludable puede ayudar mucho a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Entre las medidas preventivas que hay que tomar se incluyen una dieta equilibrada y rica en nutrientes, controlar los niveles de estrés y dormir lo suficiente. También es una buena idea limitar el consumo de tabaco y alcohol, que pueden comprometer el funcionamiento de la piel y acelerar el proceso de envejecimiento.
Las células biológicas deben mantener la capacidad de recibir, procesar y transmitir señales. Es esencial que exista un flujo de información entre todas las células para que puedan responder y crecer sin impedimentos. Durante cada fase de la vida, especialmente durante el proceso natural de envejecimiento o el deterioro de la salud, la señalización de célula a célula puede degradarse y debilitarse. En ello influyen la genética, el entorno, el estilo de vida, el comportamiento, la nutrición, incluida la ingesta de agua, y la salud en general.
La microcorriente no invasiva utiliza electricidad de bajo voltaje para crear un pequeño campo eléctrico que ayuda a aumentar la permeabilidad de la membrana celular, favorece la circulación, el endurecimiento/alargamiento muscular y la energía celular al impulsar la producción de ATP (trifosfato de adenosina). Las moléculas de ATP captan la energía química de las moléculas alimentarias para impulsar numerosos procesos en las células vivas, incluidas las células fibroblásticas responsables de la síntesis de colágeno y elastina.
La calidad y los resultados de un tratamiento de microcorriente dependen de la electrofisiología de la modalidad y de su efecto acumulativo en el tejido. Además, los resultados máximos se consiguen con tratamientos constantes.